Derroche en el Alumbrado Navideño: ¿Prioridades Desviadas en Almería?

El Ayuntamiento de Almería ha aprobado, en la última Junta de Gobierno Local, un gasto exorbitante para el alumbrado y las celebraciones navideñas. Entre las decisiones tomadas, destaca la contratación del suministro e instalación de un «Túnel de Navidad» con un presupuesto base de licitación de 249.260 euros, además de otro 266.200 euros destinados al alumbrado extraordinario. En total, el gasto supera los 515.000 euros en solo dos elementos decorativos para las festividades de este año.

Este tipo de desembolso público en medio de una crisis económica y social plantea serias preguntas sobre las prioridades del gobierno local. Mientras muchos ciudadanos almerienses luchan por llegar a fin de mes, el Ayuntamiento destina más de medio millón de euros en luces navideñas. ¿Es realmente este gasto necesario o solo un despliegue innecesario de opulencia que busca deslumbrar, literalmente, a la población?

Una ciudad con necesidades no resueltas

El debate sobre el uso responsable del dinero público no es nuevo, pero con este tipo de gastos, el Ayuntamiento parece dar la espalda a las demandas más urgentes de la ciudadanía. Los problemas de infraestructura, el acceso a servicios básicos de calidad y el mantenimiento de espacios públicos son solo algunos de los desafíos que la ciudad enfrenta diariamente, pero que parecen quedar en segundo plano frente al brillo de las luces navideñas.

Además, el gasto en alumbrado se suma a la crisis climática actual, en la que cada vez es más necesario reducir el consumo energético. En un momento en que se pide a los ciudadanos moderar su consumo y ser conscientes del uso de recursos, el Ayuntamiento parece estar en dirección contraria, sin tener en cuenta las implicaciones ambientales de un despliegue tan masivo de iluminación.

¿Realmente es esto lo que necesitamos?

Almería merece celebraciones dignas y atractivas, pero ¿a qué costo? Este tipo de gasto, aprobado con urgencia, refleja una falta de empatía y sensibilidad hacia los problemas reales que enfrentan los ciudadanos. La Navidad es una época para compartir y reflexionar, no para despilfarrar recursos en elementos superficiales que no solucionan las carencias estructurales de la ciudad.

Es momento de que el Ayuntamiento de Almería reconsidere sus prioridades y se centre en mejorar la calidad de vida de todos sus ciudadanos, en lugar de seguir invirtiendo sumas desproporcionadas en un espectáculo de luces que, si bien puede ser bonito, no resuelve las necesidades más urgentes de la población.


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