El sindicato USTEA ha expresado su firme rechazo ante la decisión del Gobierno andaluz de declarar luto oficial en la comunidad autónoma con motivo del fallecimiento del Papa Francisco. Esta medida, que ha sido trasladada a todos los centros educativos públicos andaluces, ha generado una ola de críticas por parte del sindicato, que considera que se trata de una vulneración clara del principio de laicidad que debe regir en las instituciones públicas.
USTEA, conocido por su defensa de una educación pública, inclusiva y laica, ha manifestado que la declaración de luto oficial por el fallecimiento de un líder religioso, por muy respetada que sea su figura, no puede imponerse en el ámbito educativo público. «La educación pública no puede ni debe quedar sujeta a expresiones de carácter confesional», ha subrayado el sindicato en un comunicado. Añaden que este tipo de decisiones comprometen la neutralidad institucional y pueden interpretarse como una injerencia en las creencias particulares del alumnado y del personal docente.
La medida adoptada incluye la colocación de banderas a media asta en todos los centros educativos, lo que, en opinión de USTEA, supone una confusión entre los principios que deben regir un Estado laico y las manifestaciones simbólicas de una determinada confesión religiosa. «La escuela pública pertenece a todas las personas, independientemente de su religión o de su opción de no profesar ninguna. Debe ser, por tanto, un espacio libre de símbolos y actos que puedan identificarse con creencias específicas», señalan desde el sindicato.
USTEA ha alertado también sobre las consecuencias sociales y pedagógicas de este tipo de decisiones. Subrayan que imponer gestos simbólicos vinculados a una confesión religiosa puede generar malestar, incomodidad o incluso exclusión entre sectores de la comunidad educativa que no comparten esa fe o que se identifican con otras creencias o con ninguna. En un entorno educativo, añaden, lo fundamental es garantizar un clima de respeto mutuo, de libertad de conciencia y de inclusión, principios que se ven comprometidos con actuaciones como esta.
El sindicato insiste en que el respeto al principio de laicidad no implica desprecio a las religiones, sino todo lo contrario: es la mejor garantía de que todas las creencias, así como la decisión de no seguir ninguna, puedan coexistir en igualdad de condiciones. Reivindican una escuela verdaderamente laica como base de una sociedad democrática, plural y respetuosa, donde el alumnado aprenda a convivir desde la diversidad y el pensamiento crítico.
Por todo ello, USTEA reclama a la Administración educativa andaluza que reconsidere este tipo de iniciativas que, bajo la apariencia de homenajes institucionales, introducen elementos confesionales en el espacio común de la educación pública. Exigen una mayor coherencia con los principios constitucionales y con los valores de una educación que debe formar ciudadanos libres, críticos y con capacidad para convivir en la diversidad.
Finalmente, USTEA reafirma su compromiso de seguir trabajando por una escuela pública que respete la libertad de conciencia de toda la comunidad educativa. «Nuestro modelo de educación no excluye a nadie. Por eso, defendemos un modelo laico, que garantice la convivencia, el respeto y la igualdad para todas las personas, sin distinción de creencias», concluye el sindicato.

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